Tuesday, June 15, 2004

1926. de Fernando Pessoa

Nada me ata a nada
Quiero 50 cosas al mismo tiempo,
Ansío con una angustia de hambre de carne
Lo que sé que será
-definidamente por lo indefinido...
duermo inquieto, y vivo en un soñar inquieto
de quien duerme inquieto, mitad soñando

me cerraron todas las puertas abstractas y necesarias.
Corrieron las cortinas de todas las hipótesis que podría ver en la calle
No existe en la travesía hallada el número, de la puerta que me dieron

Desperté a la misma vida a la que me había dormido.
Hasta mis ejércitos soñados sufrieron derrota.
Hasta mis sueños se sintieron falsos al ser soñados.
Hasta la vida sólo deseada me harta-hasta esa vida...

Comprendo a intervalos inconexos;
Escribo en lapsos de cansancio;
Y un tedio que lo es hasta del tedio me arroja a la playa.

No sé qué destino o futuro, compete a mi angustia sin timón;
No sé qué islas del Sur imposible me aguardan náufrago;
O qué palmares de literatura me darán al menos un verso.

No, no sé esto, ni otra cosa, ni cosa alguna...
Y, en el fondo de mi espíritu, donde sueño lo que soñé,
En los campos últimos del alma donde rememoro sin causa
(y el pasado es una niebla natural de lágrimas falsas)
en los caminos y atajos de las florestas lejanas
donde supuse mi ser,
huyen desmantelados, últimos restos
de la ilusión final,
mis ejércitos soñados, derrotados sin haber sido,
mis cohortes por existir, despedazados en Dios.

Otra vez te reveo,
Ciudad de mi infancia pavorosamente perdida
Ciudad triste y alegre, otra vez sueño aquí
¿Yo? ¿pero soy yo el mismo, que aquí vivió, y aquí volvió,
y aquí volvió a venir, y a venir,
y aquí de nuevo volvió a venir?
¿O somos todos los Yo que estuve aquí o estuvieron,
una serie de cuentas-entes unidas por un hilo-recuerdo,
una serie de sueños de mí de alguien fuera de mí?

Otra vez te reveo,
Con el corazón más lejano, el alma menos mía.

Otra vez te reveo Lisboa y Tajo y todo-,
Transeúnte inútil de ti y de mí,
Extranjero aquí como en todas partes,
Casual en la vida como en el alma,
Fantasma cuando por salones de recuerdos,
Al ruidote los ratones y de las tablas que crujen
En el castillo maldito de tener que vivir...

Otra vez te reveo,
Sombra que pasa a través de sombras, y brilla
Un momento a una luz fúnebre des conocida,
Y entra en la noche como se pierde un rastro de barco
En el agua que deja de oírse

Otra vez te reveo,
Pero, ay, ¡ a mí no me reveo!
Se rompió el espejo mágico en que me reveía idéntico,
Y en cada fragmento trágico veo sólo un pedazo de mí-
¡un pedazo de ti y de mí!...


0 Comments:

Post a Comment

<< Home